La audiometría nos permite conocer la capacidad que tiene una persona de escuchar los sonidos. Evalúa así el correcto funcionamiento del sistema auditivo humano.
Se realiza la prueba variando intensidades y tonos, se evalúa la vía ósea y se conoce el nivel máximo que el oído de la persona es capaz de soportar.
Con todos los datos obtenidos podemos conocer qué tipo de pérdida tiene el paciente: conductiva, neurosensorial o mixta. Datos que nos van a servir para orientar a la persona acerca del uso de audífono y elección de la potencia y características del mismo.